la pregunta

La primera vez que nos vimos en pantalla, note en ti una fuerte personalidad, nerviosismo, timidez y un poco reacio, extrañado por conocerme.

Y de tu boca salieron las palabras mágicas con aquella pregunta inesperada, tu acento israelí con un inglés casi perfecto, terminaron por ponerme más nerviosa.

¿Como te ves en el futuro?

No hubo una respuesta en ese momento, nuestra conversación fue rápida, pocas palabras, sin sentimientos, conversamos de donde veníamos, pero sentí temor de Hashem, de decirte todo de mi, de abrirme a ti y abrir mi corazón como una flor en primavera.

Lo que no te he dicho, es que provocaste en mí un gran llanto, sin conocerme tu habías removido los cimientos de corazón y mi vida, una sola pregunta, había causado en mi estragos, ese mismo instante en que terminamos nuestra conversación, tome una ducha, no quería que nadie en casa me viera en ese estado de incertidumbre y tristeza.

Mientras me duchaba, recorrí todo mi cuerpo, hasta llegar a la herida de mi cesarea, lloré profundamente, ahogando mis llantos en cada gota de agua que recorría mi cuerpo, recordé mi vida, recordé mi casa, mi ex esposo y el niño que llevaba dentro de mi, recordé su sonrisa, su pequeña mirada, sus ojos azules y su cabellera rubia, quería morirme, pensé porque a mi?, porque en pesaj?

Y tu pregunta me rondaba la mente.

Horas después tomé mi cartera, me abrigue, y salí sin decir nada a mis padres, no quería volver, de camino a la parada del autobús, pensé a donde iría, quería simplemente tener un horizonte claro, quería tener una nueva vida.

Llame al rabino, le dije cómo me sentía, me dijo vendrás a ver mi esposa y mi familia?, si lo hare, tome el primer autobús a guayaquil, con 8 horas de camino, supe que ese viaje inesperado cambiaria mi vida.

Asi empezo todo, asi decidi lo que me quería en mi vida, revise por última vez cada palabra que me dijiste desde que nos conocimos, desde que seria famosa por escribir, y la pregunta mágica.

En este viaje recorrí cada lugar de los esteros, el río Guayas y los malecones, hasta que una noche recostada en mi viaja cama, sentí la necesidad de que me abrazan, me besaran y consolaran, senti que no podria estar mas tiempo sola, sin recibir un beso, y con mi corazon cerrado.

Por primera vez sin que nos conozcamos en persona, pensé en ti, y me pregunte de donde sacaste esa pregunta, fue Hashem quien te la dictó?, acaso tu pensaste en ese presente en tu vida, acaso tienes una respuesta a tu propia pregunta?, quién eres en verdad?, sentí temor de ti, y sin embargo no deje de pensarte.

Mi respuesta fue tener un hombre que me ame, me valore, me respete, se enamore de mi, y sienta mucha admiración por mi, un hombre que desee hacer una familia a mi lado, tener la salud para ver a mis hijos crecer, criarlos y que sean unos buenos judíos, y tener un hogar observante, una cocina kasher, un gato y un perro.


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