A Geora Zadok, la carta que procede de un silencio otorgable

Hace 7 años te conocí, en un kibbutz en el desierto del Neguev, mi alma se conmovió al verte, desde el primer dia que nos conocimos me enamore de ti, fue amor a primera vista, te ame tanto que di mi vida por ti, soñamos con un futuro juntos, vivimos la más grande historia de amor, a tu lado fueron los mejores meses de mi vida, distante de ti fueron los años más terribles que haya vivido.

Fue la primera vez que me enamore en la vida, la única que he amado tanto, hasta el punto de callarme sentimientos que guardo en mi corazón en todos estos años.

Ayer por la noche y después de tantos años que continuamos en contacto como los confidentes y amigos entrañables que nos convirtió el destino y el tiempo, me atreví a confesarte después de mucho tiempo lo que sentía en mi corazón, aquello que siempre supimos entre los dos, aquello que sin palabras lo sabiamos, te dije que te amaba, que continuaba amando, que mi corazón aun sentia algo por ti, me calle mucho, me calle porque me case con un hombre que no me amo, que se conformó con el amor que yo le daba, aun sabiendo que es a ti a quien ame primero, y no le importo, se olvidó de alimentar ese amor, de conquistarme, de tenerme en sus brazos, me maltrato, se desvió de los caminos de la Torah, y hubieron otra en su vida, eso destrozo mi corazon, tuvimos un hijo que al poco tiempo de nacer murió, y con el se murio el amor que aprendí a tenerle en esos años, mi matrimonio se destruyó, pero continúe callando, porque ya tu amabas a otra mujer, tanto la amaste que la llevaste con tigo a los lugares que soñe iríamos juntos y continúe tragándome lo que ya nosotros sabíamos, que ironia.

Hace algunos meses atrás, cuando mencione mis sentimientos y tu te disgustaste, me dijiste que rehaga mi vida nuevamente con otro hombre, le pedí a Hashem que te saqué de mi corazón, que te arrancará de mi vida, que no volvieras mas, poco a poco me empecine en buscar y conocer a otros hombres, y comencé a ver mas alla del espejo en que siempre estuve reflejada.

Lo que vi me espeluzno, me vi como aquella mujer que siempre fue deseada, y fue el trofeo de su esposo por ser 18 años menos a el, me vi como aquella mujer siempre complaciente, compañera fiel y amiga y amante sincera, que siempre estuvo deseosa de dar amor, me dio tristeza de mi reflejo, porque mientras más profunda se hacía la imagen de mi misma, mas entendía que me olvide de mi, de vivir, de amarme a mi misma, de luchar por mis deseos, anhelos y pensamientos.

Tu Geora Zadok y mi ex esposo Yosef Fleischer fueron parte de mi vida, pero fueron quienes acabaron con todo lo que amaba y deseaba, fui capaz de dejarlos hacer conmigo lo que ustedes querían, comprendí que yo merecía y quería más, pero ese sentimiento que aun tenia por ti, continuaba en mi corazón y en mi mente.

Tu silencio de anoche me hizo entender cuán cerca y distante estamos, que aquella petición que te pedí que dejaras en el muro de los lamentos en Jerusalem por mi hace unos meses y la dejaste en el frío mas invernal del año, estaba dando sus frutos, y aun lo creó, Hashem nunca se olvida de su pueblo Israel, estoy segura que no se olvidara de mi, le pedi a Dios que me perdone por los errores que cometí, y espero que algun dia encuentre eso que tanto anhela mi corazón, alguien que sea capaz de amarme tanto como yo te ame a ti y a Yosef, alguien que solo de verme diga un wow, que hermosa mujer, alguien que no solo vea en mi una dulzura, si no la mujer fuerte y decidida en que me convertí, que desee caminar de mi mano e ir al fin del mundo por mi, que no se conforme con poco, que quiera todo a mi lado, y mucho más junto a mi, y me de la familia que perdí, aquella familia que aprendí a valorar, y anhelar de regreso en mi vida.

Este solo es el comienzo.

Pronto volveré a mi tierra  Israel, y quiero que me veas y sepas la mujer que tu dejaste ir, y Yosef vea la mujer que el no aprecio en su vida, la mujer que Hashem le dio y no conservó a su lado.

Merece ser público, merece ser dicho, porque esta historia llegó a su fin.